A partir de enero de este 2024, se puso en marcha el sistema ETS (Emission Trading System) en la Unión Europea, con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esta iniciativa, sin duda, transformará el transporte marítimo en el continente, pues a pesar de que el sistema ya había entrado en vigor desde el 2005; a partir de este mes, los negociadores políticos alcanzaron un acuerdo provisional para ampliar la normativa al sector marítimo.
Y es que en un principio, el ETS se centraba únicamente en industrias de altas emisiones, como la energía y la manufactura.
Los esfuerzos para integrar el transporte marítimo en el marco del ETS, suponen un avance significativo para regular las emisiones contaminantes.
El Sistema de Comercio de Emisiones se extenderá para incluir las operaciones de transporte marítimo en el Espacio Económico Europeo, que engloba a los estados miembros de la UE, Islandia, Liechtenstein y Noruega.
¿Cuáles son las nuevas regulaciones del ETS?
La ley extiende su alcance más allá de las fronteras de la UE y se aplica extraterritorialmente.
Esta ampliación requiere que los operadores de embarcaciones supervisen, informen y renuncien a las asignaciones por cada tonelada de CO2 que emitan.
El costo del carbono en la región europea se establece según los barcos en lugar de basarse en la carga que transportan.
Obligaciones para las navieras
Las empresas navieras se comprometen a adquirir autorizaciones para las emisiones siguientes:
50% de las emisiones de los viajes que parten de un puerto de la UE hacia un puerto fuera de la comunidad.
100% de las emisiones de los viajes entre puertos de la UE.
100% de las emisiones de los barcos en puerto en la UE.
A pesar de que las nuevas regulaciones podrán tener, para algunos detractores, implicaciones en los costos de transporte y en la competitividad, la Unión Europea tiene como objetivo disminuir las emisiones de GEI en al menos 5% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.
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