El Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa, elaborado por Kearney, señala que Estados Unidos es el destino más atractivo para las inversiones de capital extranjero.
Canadá y China también figuran en los primeros lugares de este ranking. Este índice se basa en datos primarios de una encuesta realizada a altos ejecutivos de las principales empresas del mundo, y se llevó a cabo en enero de 2024.
Las empresas participantes tienen ingresos anuales de 500 millones de dólares o más y están ubicadas en 30 países, abarcando diversos sectores.
A pesar de las tensiones geopolíticas y la desaceleración económica global, los inversores muestran un sorprendente optimismo, con un 88% planeando aumentar su inversión extranjera directa en los próximos tres años. Estados Unidos, Canadá, China, Reino Unido y Alemania lideran este índice, destacando su atractivo para los inversores internacionales.
Inversión Extranjera directa en México e Argentina
En la última edición del Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED), México ha vuelto a posicionarse en el top 25, ocupando el puesto 21.
A lo largo de los últimos años, hemos oscilado entre posiciones muy altas, incluso dentro del top 10, y momentos en los que quedamos fuera del top 25. El director general de Kearney en México, Omar Troncoso, atribuye este ascenso al efecto del “nearshoring”, que implica la relocalización de las cadenas de suministro.
Además, Argentina también ha ingresado en esta clasificación, situándose en el puesto 24, superando a Dinamarca. Esto se debe en gran medida al nuevo Gobierno de Javier Milei, que se muestra “bastante amigable con el mercado”.
En el contexto de las economías emergentes, México ha escalado al sexto lugar, mejorando dos posiciones con respecto a 2023, mientras que Argentina ocupa el octavo puesto, después de haber estado en el noveno lugar el año pasado. En 2023, ambos países quedaron fuera del umbral de confiabilidad a nivel global. El Índice de Confianza de IED se basa en encuestas realizadas a altos ejecutivos de las principales corporaciones del mundo, abarcando todos los sectores productivos.
Según Troncoso, la economía mexicana es una de las más beneficiadas por las decisiones de relocalización de cadenas de suministro, tanto en Estados Unidos como en Europa, acercándolas más a los mercados nacionales.
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