La nueva normalidad para el transporte marítimo
Por Liliana García
Pruebas de Covid-19 para toda la tripulación y pasajeros, uso de mascarillas, distanciamiento físico, instalación de clínicas mejoradas y estrategias de ventilación, son algunos de los protocolos que el informe de perspectivas de la industria de cruceros 2021, de la mano con la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), han implementado para la nueva normalidad en los cruceros.
Por un lado, hay optimismo debido a estas noticias: en primer lugar, la asociación prevé el debut de 20 nuevos barcos oceánicos para el 2021, los cuales estarían operando a finales de este año, y en segundo lugar: la confianza de los turistas que jamás han disfrutado de un crucero fue de 58% a favor, dispuestos a experimentarlo en los próximos años.
Por otro lado, también se desarrolla ansia por las nuevas ideas a futuro con respecto al transporte marítimo, mismas que desde el año pasado la comunidad de cruceros ha trabajado arduamente para hacerle frente a la pandemia, y evitar a toda costa otro paro de operaciones como el de mediados de marzo y septiembre del 2020, el cual provocó pérdidas de más de 77 mil mdd en actividad económica, según la CLIA.
¿Y el movimiento de contenedores?
En una industria como la de transporte marítimo de contenedores, la mayoría de sus movimientos dependen de la globalización, y esta pandemia fungió como un enemigo particularmente peligroso y aterrador, con armas como la interrupción del comercio mundial, restricciones en los viajes y buques detenidos llenos de diferentes productos, mismos que no llegaron o fueron retrasados.
Según el reporte estadístico mensual de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los puertos mexicanos evidenciaron una recuperación en enero de este año del 0.5% en importación, significando 292,591 TEUs, en comparación con los 291,139 TEUs de enero del 2020.
Hay que recalcar que la industria marítima ha estado continuamente trabajando e invitando a la búsqueda de cambios, forjando soluciones tecnológicas como el shipping autónomo y el shipping inteligente y la automatización de actividades rutinarias y peligrosas. Así como otros protocolos de salubridad y seguridad en todas las tripulaciones para garantizar el bienestar de todos los que conforman esta cadena de suministro.
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